Por Ivan Martínez “Zombie”
Mucho se habla que los grupos sociales que recientemente han sido llamados “tribus urbanas” que son una mala copia o una visión de la región cuatro de lo que los nórdicos han consolidado como grupo social o de identidad o culto. Puesto que nuestros primeros representantes de esta tendencia pudieran ser los pachuchos, émulos de la moda de los años cuarenta, transportada a la mexicanidad y el folclore regional, podríamos decir que no son copias como tales, sino adecuaciones de moda, ideología y tendencia social. Luego, veinte años después, vinieron los hippies y su tendencia similar de jipitecas, de donde muchos literatos “ondos” y en contra de la “momiza” de entonces, comenzaron a destacar. No así lamentablemente en las demás expresiones del arte y la sociedad. La tecnología nos convida ahora a tendencias sociales y de moda con velocidad, precisión y exactitud de tiempo y forma, luego entonces deberíamos tener movimientos “clones de los de otros países”. No obstante los “darketos” “punketos”, “skatos” e incluso “emos” mexicanos tienen una cualidad y característica social propia. Ni originales ni copias. Adecuaciones de una tendencia de mercado que por más homologador y avasallante que sea, siempre se vence ante la fortaleza sociogenética de tierras menos nórdicas y con una memoria colectiva ancestral, rica y diversa como la de nuestros pueblos, (los que conforman México y Latinoamérica).Lo que resta ahora es contagiar también de nuestra riqueza sociocultural e histórica y originar nuevos movimientos sociales que tengan sus réplicas en otras latitudes.
Mucho se habla que los grupos sociales que recientemente han sido llamados “tribus urbanas” que son una mala copia o una visión de la región cuatro de lo que los nórdicos han consolidado como grupo social o de identidad o culto. Puesto que nuestros primeros representantes de esta tendencia pudieran ser los pachuchos, émulos de la moda de los años cuarenta, transportada a la mexicanidad y el folclore regional, podríamos decir que no son copias como tales, sino adecuaciones de moda, ideología y tendencia social. Luego, veinte años después, vinieron los hippies y su tendencia similar de jipitecas, de donde muchos literatos “ondos” y en contra de la “momiza” de entonces, comenzaron a destacar. No así lamentablemente en las demás expresiones del arte y la sociedad. La tecnología nos convida ahora a tendencias sociales y de moda con velocidad, precisión y exactitud de tiempo y forma, luego entonces deberíamos tener movimientos “clones de los de otros países”. No obstante los “darketos” “punketos”, “skatos” e incluso “emos” mexicanos tienen una cualidad y característica social propia. Ni originales ni copias. Adecuaciones de una tendencia de mercado que por más homologador y avasallante que sea, siempre se vence ante la fortaleza sociogenética de tierras menos nórdicas y con una memoria colectiva ancestral, rica y diversa como la de nuestros pueblos, (los que conforman México y Latinoamérica).Lo que resta ahora es contagiar también de nuestra riqueza sociocultural e histórica y originar nuevos movimientos sociales que tengan sus réplicas en otras latitudes.
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